Soldar con una soldadora TIG es un proceso un poco más complicado que soldar con una soldadora MIG, pero con un poco de práctica, puedes lograr resultados de alta calidad. Aquí hay algunos pasos para soldar con una soldadora TIG:
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Prepara tu área de trabajo. Asegúrate de que esté limpia y libre de obstáculos. Coloca el metal que vas a soldar sobre un banco de trabajo estable y asegúralo con abrazaderas si es necesario.
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Conecta la soldadora a una fuente de energía y asegúrate de que esté en un lugar seguro y cerca de ti.
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Configura la soldadora según las instrucciones del fabricante. Esto incluye ajustar la tensión y el flujo de gas según sea necesario.
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Ponte la ropa de soldar adecuada, incluyendo una máscara de soldar y guantes.
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Enciende la soldadora y espera a que se caliente.
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Limpia la superficie del metal que vas a soldar para eliminar cualquier impureza o contaminación.
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Ajusta el amperaje de la soldadora según el grosor del metal y el tipo de electrodo que estés usando.
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Sostén el electrodo en un ángulo de aproximadamente 10-15 grados y aplícalo al metal.
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Mientras mantienes el electrodo en contacto con el metal, usa el pedal o el interruptor de la soldadora para controlar el flujo de corriente.
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Mantén un flujo constante de gas sobre la soldadura para protegerla de la contaminación.
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Una vez que hayas terminado de soldar, apaga la soldadora y retira el electrodo del metal. Deja que la soldadura se enfríe antes de manipularla.
Como siempre, es importante seguir las instrucciones del fabricante y tomar medidas de seguridad al soldar. Si tienes dudas o no estás seguro de cómo soldar de manera segura, considera buscar un curso de soldadura o pedir ayuda a un profesional.